Pensábamos que la Monastell tenia una sola cara, pero con este vino queremos demostrar que no es asi. La altura del valle donde se encuentra, suelos ligeramente mas pobres en pendiente y cepas de mas de 60 años, nos dan un perfil de fruta mucho mas fresco, acido y de menor graduación alcohólica, obteniendo la madurez casi a finales de Octubre. Esto, junto con una elaboración poco extractiva y en reducción, nos dan un vino fino y elegante con una capacidad de guarda increíble debido a sus bajos ph y altas acideces. Estamos ante la Monastrell mas femenina de todas.

Las características de este vino fueron definidas hace más de 40 años cuando los agricultores seleccionaban las cepas más productivas para plantar. Ante el vigor de dicha parcela y producciones de unos 7-10 kilos por planta de media, se nos presenta el reto de intentar hacer un gran vino, de una parcela que a priori era casi imposible obtenerlo.
Mediante el control de la viticultura durante estos últimos años, hemos conseguido equilibrar la parcela reduciendo su vigor y producciones por cepa. El aclareo de racimos llega al 50%, tirando al suelo los racimos cuando estos enveran. Dejando así unas producciones de unos 3 kilos por planta de media.

Hay viñedos que transmiten una energía única, no sabemos si será por su clon viejo, su edad, su suelo, su paraje o su clima, o quizá la combinación de todos los factores, pero estamos ante un viñedo único de Monastrell que nos da el vino más especial de la bodega. Lo único que hacemos es prestarle un poco de atención y cuidarlo para que nos de una de las Monastreles mas diferentes de la zona.

Sinesquema es un concepto de vino moderno que como su propio nombre indica no atiende a protocolos ni a modas enológicas. Es un vino de autor, que une perfectamente dicha modernidad con la tradición, hecho lo más artesanalmente posible en nuestra pequeña bodega. Sinesquema cambiará ligeramente con el transcurso de las añadas.
Los porcentajes de cada uva, las parcelas y el envejecimiento podrán cambiar en función de como se presente la añada.

El nacimiento de este vino se debe a múltiples factores, entre ellos el arranque masivo de viñedos viejos de Monastrell. Es triste ver como se pierden cepas tan antiguas a nuestro alrededor sabiendo la calidad que podrían dar esos vinos.
El vino pasa el invierno en barricas y tinajas de gran volumen para su crianza y embotellado en primavera.

Solo las parcelas especiales de variedades que no son autóctonas, pueden dar grandes vinos. Es el caso de este vino, procedente de una parcela de Syrah vieja y de baja producción que da racimos sueltos y de pequeño tamaño.
Nuestros viajes al Rodano hacen que nos encante esta variedad que en suelos pobres y a mas de 800 metros de altura se comporta extraordinariamente.